Significado del Diablo en el Tarot

El Diablo es la decimoquinta carta del tarot, y sin duda una de las más memorables. El diseño de la carta más conocido es el del juego de tarot estándar, llamado Rider-Waite. Aquí exploraremos el origen y significado de este enigmático diseño.

Descripción

La baraja Rider-Waite es la baraja de tarot más famosa y usada en el mundo y fue creada en 1909 por A. E. Waite, con ilustraciones de Pamela Colman Smith. Waite fue un famoso ocultista inglés, autor del Libro de Magia Negra y Pactos (1898).

Al diseñar la carta El Diablo, Pamela Colman Smith se inspiró en la ilustración de Baphomet de Éliphas Lévi en su libro Dogma y ritual de alta magia (1855). A. E. Waite describe la imagen de la siguiente manera, sosteniendo que la ilustración incorpora elementos ya presentes en otras cartas de la baraja:

El diseño es una acomodación, media o armonía, entre varios motivos mencionados en la primera parte. El Chivo Cornudo de Mendes, con alas como las de un murciélago, está de pie sobre un altar. En el hueco del estómago está el signo de Mercurio. La mano derecha está levantada y extendida, siendo el reverso de esa bendición que da el Hierofante en la quinta carta. En la mano izquierda hay una gran antorcha llameante, invertida hacia la tierra. Un pentagrama invertido está en la frente. Hay un anillo frente al altar, del cual se elevan dos cadenas a los cuellos de dos figuras, masculina y femenina. Estas son análogas a las de la quinta carta, como si fueran Adán y Eva después de la Caída. De aquí proviene la cadena y la fatalidad de la vida material.

Las figuras tienen cola, para significar la naturaleza animal, pero hay inteligencia humana en los rostros, y el que está exaltado sobre ellos no será su amo para siempre. Incluso ahora, él también es un esclavo, sostenido por el mal que hay en él y ciego a la libertad del servicio. Con más que su habitual burla por las artes que pretendía respetar e interpretar como maestro en ellas, Éliphas Lévi afirma que la figura Bafomética es ciencia oculta y magia. Otro comentarista dice que en el mundo Divino significa predestinación, pero no hay correspondencia en ese mundo con las cosas que abajo son del bruto. Lo que sí significa es el Morador en el Umbral sin el Jardín Místico cuando aquellos que han comido el fruto prohibido son expulsados de allí.

Es posible que haya un error en la explicación de Waite, ya que cuando menciona que las figuras son análogas a la quinta carta en realidad parece estar refiriéndose a la sexta carta, llamada Los Amantes, en donde aparecen Adán y Eva.

Origen

Para entender el origen de la carta El Diablo que conocemos hoy tenemos que hacer algo de historia, ya que era algo diferente en el pasado, y experimentó varios cambios a lo largo del tiempo. La carta fue incorporada al mazo del tarot (más concretamente, a las cartas italianas llamadas Trionfi) en la segunda mitad del siglo XV, probablemente después de 1460. No hay muchas barajas que hayan sobrevivido desde esa época, pero las pocas que hay nos muestran una imagen similar: representan al Diablo como un monstruo con cuernos, mitad humano y mitad animal, y con una cara en su vientre. Aquí podemos ver tres ejemplos.

Con el paso del tiempo, El Diablo ha ido incorporando algunos elementos y perdiendo otros, y aparecieron diversas variantes regionales. Por ejemplo, las siguientes son cartas italianas de los siglos XVII y XVIII, donde el Diablo aparece con un tridente y alas de murciélago. El primer Diablo pertenece a un juego de tarocchino, que era popular en Bolonia. El segundo pertenece a un mazo hecho en 1665 por Giuseppe Mitelli. El tercero es del tarot Minchiate, del siglo XVIII.

Francia, por su lado, durante los siglos XVII y XVIII siguió creando diseños similares a los más antiguos, que muestran al Diablo con muchas caras. Aquí vemos algunos ejemplos. El primero proviene del Tarot de París, publicado en la primera mitad del siglo XVII. Es la primera carta del Diablo en la que aparece su nombre debajo, al menos de la que se tenga conocimiento. La segunda es del tarot de Jaques Vievil, de 1645. La tercera es de un tarot hecho en Bruselas por Eric Vandenborre, más de 100 años después.

El diseño de El Diablo que hoy conocemos tuvo su origen en el famoso tarot Marsellés o Tarot de Marsella. Esta variante del juego de tarot fue muy popular en Francia en los siglos XVII y XVIII. A pesar de su nombre, se cree que fue creada en Milán, para luego extenderse su uso a Francia, Suiza y el norte de Italia.

En lugar de estar acompañado por un hombre y una mujer como en el diseño actual, el Diablo en el Tarot de Marsella está escoltado por dos demonios. Otra diferencia notable es que en estas ilustraciones los genitales del Diablo son visibles. Sobre este diseño, A. E. Waite dice lo siguiente:

En el siglo XVIII, esta carta parece haber sido más bien un símbolo de mera impudicia animal. Excepto por un fantástico tocado, la figura principal está completamente desnuda; tiene alas de murciélago, y las manos y los pies están representados por las garras de un pájaro. En la mano derecha hay un cetro que termina en un signo que se ha pensado que representa el fuego. La figura en su conjunto no es particularmente malvada; no tiene cola, y los comentaristas que han dicho que las garras son las de una arpía han hablado al azar. No hay mejor fundamento para la sugerencia alternativa de que son garras de águila. Atados, por una cuerda que cuelga de sus collares, al pedestal sobre el que está montada la figura, hay dos pequeños demonios, presumiblemente masculino y femenino. Estos tienen cola, pero no alas. Desde 1856, la influencia de Éliphas Lévi y su doctrina ocultista ha cambiado la apariencia de esta carta, y ahora aparece como una figura seudo-baphomet con la cabeza de una cabra y una gran antorcha entre los cuernos; está sentado en lugar de erguido, y en lugar de los órganos generativos está el caduceo hermético. En «Le Tarot Divinatoire» de Papus, los pequeños demonios son reemplazados por seres humanos desnudos, masculino y femenino, que están unidos solo entre sí. El autor puede ser felicitado por esta mejora en el simbolismo.

A partir de la explicación de Waite, se pueden comprender los últimos cambios que llevaron a la imagen de El Diablo en el tarot moderno. El diseño del Tarot de Marsella influyó al Baphomet de Éliphas Lévi, y luego Waite se basó tanto en el Tarot de Marsella, como el Baphomet de Lévi, a su vez reemplazano los demonios por un hombre y una mujer, como lo había sugerido el ocultista francés Papus.

Significado

Según Waite, el significado de la carta El Diablo es el siguiente:

15. EL DIABLO. – Devastación, violencia, vehemencia, esfuerzos extraordinarios, fuerza, fatalidad; lo que está predestinado pero no por esta razón es malo. Invertido: Fatalidad maligna, debilidad, mezquindad, ceguera.

Lamentablemente es una explicación muy breve. Como Waite afirma haberse basado en el tarot de Papus, vale añadir la interpretación de Papus sobre este naipe. Según él, la decimoquinta carta del tarot, El Diablo, corresponde a la decimoquinta letra del alfabeto hebreo, samech (ס‎). Este caracter representa destino y fatalidad. Es la fuerza destructora universal.

Esta carta circunscribe los límites del círculo dentro del cual el ser humano puede actuar libremente. Ese círculo está formado por la serpiente con su propio cuerpo, mordiendo su propia cola. La serpiente es Nahash, el Dragón del Umbral, quien no es otro que Satán.

Según Papus, El Diablo es la fuerza astral misteriosa. Varios elementos presentes en el diseño de esta carta aparecen en otras figuras del tarot, pero transformados. La pose de la figura se asemeja a la de la primera carta de tarot, el Mago. Sin embargo, en lugar de sostener una varita, el Diablo sostiene en la mano una antorcha encendida, que simboliza magia negra y destrucción.

Como se mencionó antes, el hombre y la mujer en la carta del Diablo son similares a los que aparecen en la sexta carta del tarot, Los Amantes, a veces también llamada Los Enamorados. Papus señala que en la carta Los Amantes, el hombre y la mujer son Adán y Eva en el Jardín del Edén, antes de su caída; mientras que en la carta El Diablo son Adán y Eva después de su caída, ya sujetos al Diablo.

El Diablo está sentado sobre un cubo, que a su vez está ubicado sobre una esfera. Esto significa la supremacía de la Materia (el cubo) sobre el Espíritu (la esfera). Debajo podemos comparar el diseño de Papus con el del tarot de Rider-Waite.