Los perros demoníacos

La creencia en perros demoníacos la podemos encontrar en diversas culturas de todo el mundo. Se cree que guardan la entrada al Infierno, y acompañan a las brujas como espíritus familiares.

Perro demoníaco

Los perros demoníacos suelen ser descriptos de color negro, teniendo largos colmillos y garras, y a menudo ojos rojos que brillan como el fuego. Lo curioso es que se encuentran historias sobre ellos en muy diversos países y culturas. No son otros que demonios que han adoptado la forma de perros, o que los han poseído, y bajo esta forma acompañan y asisten a las brujas.

Los perros y el Satanimo

Los perros y lo diabólico han estado asociados desde larga data, en diversas culturas y en todo el mundo. Por ejemplo, los antiguos griegos creían que el Can Cerbero, un monstruoso perro de tres cabezas, vigilaba la puerta del Inframundo. También creían que Hécate, la diosa de la noche y de la brujería, estaba siempre acompañada por espectros llamados empusas, que adquirían la forma de perros.

En la mitología nórdica, existía Garm, un terrible perro que, a semejanza de Cerbero, vigilaba la entrada a la morada de Hela en Helheim, el reino de la muerte.

La misma asociación entre los perros y lo demoníaco puede encontrarse en la Biblia cristiana. En Apocalipsis 22:15 se menciona a los perros entre aquellos indeseables que vagarán por la tierra durante el apocalipsis:

Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

En el Islam, incluso en la actualidad los perros son considerados impuros y sucios, y no se permite su presencia dentro de la casa, ya que se cree que los ángeles no visitan la casa si están presentes. Además, si un perro camina frente a uno mientras está rezando, la oración quedará anulada. Según las escrituras islámicas, cuando un perro lame algo, se debe lavar el objeto siete veces con agua y la octava vez con tierra. El Profeta Mahoma ordenó la matanza de perros y con frecuencia llamó al perro negro «el diablo», ordenando su eliminación.

En los países de habla inglesa, los perros demoníacos son conocidos bajo el nombre de hellhounds. En Japón, se cree en los inugami, perros espectrales capaces de poseer a las personas. Quienes tienen un inugami en su familia suelen lograr éxito, poder y riquezas.

Los perros negros

Cuando se habla de perros demoníacos, éstos suelen ser de color negro. Al respecto esto es lo que dice Collin de Plancy en su famoso Diccionario Infernal (1818):

El color negro es sobre todo lo que denota al diablo bajo la piel de un perro.

Se dice que los brujos de la antigüedad solían estar acompañados por perros negros, que no eran otros que demonios familiares que habían tomado esa forma para no levantar sospecha. Tal era el caso del famoso hechicero Agripa. De otro notorio hechicero de la antigüedad, Simón el Mago, se cuenta que un demonio en la forma de un perro negro apareció para anunciarle que moriría pronto.

El Islam es particularmente duro contra los perros de color negro. Estas son citas tomadas de los hadices:

«Si los perros no fuesen una nación de entre la creación de Dios, os habría ordenado que los mataseis a todos. Así que matar solo al que es negro» — Tirmidhi, 1486.

«Alguien le preguntó a Abu Dharr: ‘¿Qué característica hay en un perro negro que lo distingue del perro rojo y del perro amarillo?’ Él dijo: ‘Oh, hijo de mi hermano, le pregunté al Mensajero de Allah como tú me preguntas, y me dijo: El perro negro es un demonio'» — Muslim, 4:299

La existencia de perros negros monstruosos o satánicos que atacan a la gente aparece en el folklore de muchos países incluso en la actualidad. En Argentina se conoce a uno llamado El Familiar, en México está el Uay Pek, en Panamá el Perro Prieto, y en Paraguay se lo llama el Luisón. En España están Urco (de Galicia), y Dip (de Cataluña).

En Inglaterra han existido varios perros negros demoníacos famosos, como Black Shuck (en East Anglia), Barguest (en Yorkshire), Skriker (en Lancashire y Yorkshire), y Padfoot (en Wakefield, Leeds, y Pudsey). También se los conoce genéricamente como Black Dog (Perro Negro). Ver a uno de ellos es considerado un presagio de muerte.

En Bélgica se conoció durante siglos como Oude Rode Ogen («el Viejo Ojos Rojos») o «La Bestia de Flanders» a un espectro que solía aparecer en la forma de un hombre negro pero tenía también el poder de convertirse en un perro negro enorme de ojos rojos. En Alemania, se creía que el Diablo aparecía en la forma de un perro negro en la Noche de Walpurgis. Podríamos continuar pero lo dejaremos aquí para no aburrir al lector. La lista de perros demoníacos de color negro que han acechado ciudades de todo el mundo no tiene fin.

Demonios familiares

Durante los juicios por brujería del medioevo, se creía que los perros podían ser demonios familiares que acompañaban a las brujas, y muchas veces eran mencionados durante los procesos judiciales. De hecho, se cree que el nombre de los espíritus familiares proviene del nombre científico del perro: canis familiaris.

Un caso célebre es el de los juicios de Salem, Massachusetts, en 1692. Diecinueve personas fueron acusadas de brujería y ahorcadas, y otras 150 fueron encarceladas. Varias de las personas acusadas declararon que el Diablo se les había aparecido en la forma de un perro demoníaco.

Una de ellas, Mercy Wardwell, de 19 años de edad, aseguró que tuvo conversaciones con él, y que tenía siempre la forma de un perro. Un joven de 14 años, William Barker, afirmó que un perro negro se le apareció, causándole ansiedad, y enseguida apareció también el Diablo. Y una esclava llamada Tituba también aseguró que el Diablo se le apareció en la forma de un enorme perro negro cuatro veces.

Pero esta creencia no se limitó al Medioevo. El famoso ocultista Dr. John Dee, que era consultor de la Reina Elizabeth I, tenía un familiar en la forma de un perro negro. John Adams, el segundo presidente de los Estados Unidos, tenía un perro llamado Satán que residía en la Casa Blanca.

Durante la Revolución Inglesa, el Príncipe Ruperto del Rin tuvo un perro llamado Boy que lo acompañaba en batalla. Era muy temido, y se decía que tenía poderes sobrenaturales. Al final de la guerra fue matado con una bala de plata.

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