Faunos, Sátiros y Ninfas

Faunos y ninfas, o sátiros y ninfas han sido por siglos representados en el arte, símbolos de pasión y consumación de […]

Sátiros y Ninfas

Faunos y ninfas, o sátiros y ninfas han sido por siglos representados en el arte, símbolos de pasión y consumación de los apetitos sexuales. Su origen se remonta a la antigüedad clásica; el interés se renovó durante el Romanticismo, y hasta nuestros días siguen siendo la personificación del erotismo. Aquí indagamos en su origen e historia.

¿Quiénes son los faunos y los sátiros?

En la mitología romana, los faunos son seres mitad hombre, mitad cabra. De la cintura hacia abajo son cabras y de la cintura hacia arriba son hombres, con la excepción de que tienen en su cabeza cuernos de cabra. Los faunos son la manifestación de espíritus animales y del bosque.

En la mitología griega, los sátiros eran el equivalente a los faunos. Constituyen la tropa que acompaña al dios Pan o Dionisos. Suele representárselos con sus penes erectos. A veces se los distingue un subgrupo, los silenos, que en lugar de presentar rasgos de cabra tiene partes equinas, incluyendo cola y orejas de caballo. A veces tienen también patas de caballo, pero lo más común es que tengan piernas humanas.

Algunas otras diferencias entre faunos y sátiros es que los primeros solían ser imaginados como seres a veces infantiles, juguetones e impredecibles, mientras que los sátiros eran vistos como agresivos, fuertes y siempre buscando satisfacer sus instintos básicos.

Debido a la mutua influencia entre las culturas romana y griega, faunos y sátiros fueron muchas veces confundidos o identificados unos con otros. A veces incluso las historias de unos fueron adaptadas a los otros, simplemente reemplazando la palabra «fauno» por «sátiro» y viceversa.

Sátiros y faunos como demonios

Durante el Medioevo, la creencia en los sátiros y faunos continuó. Se les consideró demonios y se les llamó íncubos. En Ciudad de Dios, Libro 15, capítulo 23, San Agustín lo expresa claramente:

Es bien sabido, y tal creencia es confirmada por el testimonio directo e indirecto de gente totalmente confiable, que los Silvanos y Faunos, comúnmente llamados Íncubos, han frecuentemente abusado de mujeres, buscado y obtenido de ellas el coito. Hay siete Demonios, que los Galos llaman Elfos, que muy regularmente se complacen en esas prácticas inmundas: el hecho es atestiguado por tantos y tan importantes autoridades, que sería imprudente negarlo.

En el Malleus Maleficarum (1486), uno de los tratados medievales de brujería más famosos, Heinrich Kramer también identifica a ambas clases de criatura, diciendo que son la misma:

Los sátiros son aquellos que se denominan Pan en griego e íncubos en latín. Y se los denomina íncubos por su práctica de superposición, es decir, de orgía. Pues a menudo ansían rijosamente a las mujeres, y copulan con ellas.

Otro autor que identifica a sátiros y faunos con los íncubos es Sinistrari de Ameno, en su libro Demonialidad: Íncubos y Súcubos, un tratado sobre demonología del siglo XVII. Sinistrari cita a San Agustín, y también relata un episodio de la vida de San Antonio, en el que San Antonio se encuentra con una criatura que se presenta de la siguiente manera:

“Soy un mortal,” respondió él, “y uno de los habitantes de la Tierra Salvaje, a quienes los gentiles, bajo sus ilusiones variadas, adoran bajo los nombres de Faunos, Sátiros e Íncubos.

¿Quiénes son las ninfas?

Las ninfas están presentes tanto en la mitología romana como griega, y son espíritus de la naturaleza, propios de determinado lugar. Se las representa como jóvenes mujeres de belleza excepcional que suelen cantar y danzar alegremente en grupos cerca de lagos y ríos.

En algunas historias se dice que, para los viajeros, encontrarse con un grupo de ninfas podía tener consecuencias desagradables, ya que podía ocasionar locura, estupidez o matar en el acto. En el folklore griego moderno, el mito sobrevivió y las ninfas son conocidas como «nereidas».

Así como los faunos y los sátiros son aún hoy en día un símbolo de sexualidad masculina, las ninfas son su equivalente femenino. De allí que el término «ninfomanía» se utilice para referirse a la adicción sexual femenina.

Faunos, sátiros y ninfas en el arte

Existen y siguen creándose numerosas obras de arte que muestran a faunos y ninfas, o sátiros y ninfas en situaciones sexualmente sugerentes o fornicando. En algunos casos son los sátiros y faunos quienes persiguen a las ninfas, en otros son las ninfas las que los persiguen y seducen. Algunas escenas representan escenas de lucha y violación.

Faunos, sátiros y ninfas
«Festival de Ninfas y Faunos». Por Moritz Stifter.
"Diana, Endymion y Sátiro". Por Karl Bryullov, 1849.
«Diana, Endymion y Sátiro». Por Karl Bryullov, 1849.

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