Los 7 Pecados Capitales

En esta oportunidad indagamos en cuáles son los 7 Pecados Capitales, de dónde proviene esta lista, y qué demonios los representan.

7 Pecados Capitales

Los 7 Pecados Capitales son, en teología cristiana, una lista de los 7 vicios mayores: Soberbia, Codicia, Ira, Envidia, Lujuria, Gula y Pereza. Hoy en día la lista es bien conocida, pero lo que muchos ignoran es que no siempre fueron siete, y no siempre fueron los mismos. Además, cada uno de los siete pecados tiene siete subvicios.

Historia

La lista comenzó con Tertuliano, un autor cartaginense quien sentó las bases de la doctrina cristiana. Tertuliano separó a los diferentes pecados en tres categorías de acuerdo a su gravedad: mortales, veniales, y diarios. Los pecados mortales según Tertuliano eran asesinato, idolatría, fraude, apostasía, blasfemia, adulterio y fornicación, una selección bastante diferente de los 7 pecados capitales actuales.

En el año 375, el monje Evagrio Póntico elaboró una lista más parecida a la actual. Habló de 8 males o tentaciones: glotonería, fornicación, avaricia, tristeza, desánimo, ira, vanagloria y orgullo. En el año 590, el Papa Gregorio I combinó la tristeza y el desánimo en un mismo pecado, y lo llamó pereza. También combinó la vanagloria y el orgullo en la vanidad, y añadió a la lista la envidia, formando así los 7 Pecados Capitales que todos conocemos.

Dentro del Satanismo, los pecados tienen un lugar central, ya que no son vistos como vicios que se deben evitar, sino como manifestaciones de la naturaleza del hombre. El escritor Stanisław Przybyszewski, quien es considerado el primero en identificarse a sí mismo como satanista, en su libro La Sinagoga de Satán llamó a Satán el «dios de los pecados, el que gobierna la tierra». Anton LaVey, fundador del Satanismo simbólico o laveyano, famosamente dijo «Si vas a ser un pecador, sé el mejor pecador de la manzana». Marilyn Manson, músico y satanista, afirmó «Todos los siete pecados capitales son la verdadera naturaleza del hombre».

Los 7 Pecados Capitales y sus subvicios

1. Soberbia

«Vanidad. Mi pecado favorito» – John Milton, El Abogado del Diablo

El pecado de la Soberbia es también conocido como vanidad u orgullo, y se trata de un sentimiento de superioridad frente a otros.

Originalmente eran dos pecados diferentes: vanagloria y orgullo. La vanagloria era uno de los siete pecados capitales y se refería al deseo de obtener aprobación y adulación por parte de la gente, mientras que el orgullo era definido como un sentimiento interno de superioridad, y era el pecado supremo, del cual se desprendían los siete pecados capitales y sus subvicios. Es probable que este pecado haya sido considerado el más importante de todos ya que es el que suele ser identificado con el demonio Lucifer.

Los siete subvicios de la soberbia son los siguientes: 1) Hipocresía, 2) Desobediencia, 3) Jactancia, 4) Presunción, 5) Arrogancia, 6) Locuacidad, y 7) Obstinación.

2. Codicia

«La codicia, a falta de una palabra mejor, es buena; es necesaria y funciona» – Gordon Gecko, Wall Street

La Codicia o Avaricia es el afán excesivo de dinero y riquezas. Todos los teólogos y demonólogos concuerdan en asociar este pecado a Mammón, que es el demonio de la riqueza, la abundancia, la prosperidad y la avaricia. Los siete subvicios de la Codicia son: 1) Amor al dinero, 2) Perjurio, 3) Violencia, 4) Usura, 5) Fraude, 6) Robo, y 7) Engaño.

3. Ira

«Si mi gran amigo dice algo malo de mi madre, le espera un puñetazo. Esto es normal» – Papa Francisco

La ira se define como un enojo excesivo o incontrolable, o el deseo por lastimar o matar a otros. Muchas veces está motivada por la necesidad de obtener venganza. El pecado de la ira está usualmente vinculado al demonio Satán. Sus siete subvicios son : 1) Acusación, 2) Blasfemia, 3) Insulto, 4) Lamento o duelo por una ofensa, 5) Temeridad, 6) Furia, y 7) Indignación.

4. Envidia

«La envidia está en todas partes. ¿Quién no siente envidia?» – T. S. Elliot

La Envidia puede ser definida por un deseo insaciable por lo ajeno. Históricamente, fue el último de los 7 pecados capitales en ser añadido a la lista. De acuerdo a Santo Tomás de Aquino, la Envidia tiene tres etapas: primero intentar ensuciar la reputación ajena, luego disfrutar el infortunio ajeno (o entristecerse ante la prosperidad ajena), y por último el odio. Leviatán es por lo general considerado el demonio de la envidia.

Los siete subvicios de la Envidia son los siguientes: 1) Odio, 2) Envidia de la suerte ajena, 3) Regocijo en la adversidad ajena, 4) Malicia, 5) Detracción, 6) Amargura, y 7) Murmuración.

5. Lujuria

«De todas las pasiones terrenales, la lujuria es la más intensa. Todas las demás pasiones terrenales parecen seguir su tren» – Buda

Hoy en día la Lujuria es asociada al deseo sexual, pero la palabra procede del latín luxuria, que significa «exceso, exuberancia, extravagancia», que dio origen a la palabra «lujo». En su origen, el pecado de la lujuria implica el deseo desmedido de toda clase, no sólo sexual. Curiosamente, Dante Alighieri consideraba a la lujuria el más leve de los pecados, por lo que le designó el primero de los 9 círculos del Infierno.

Este pecado está comúnmente asociado al demonio Asmodeo. Sin embargo, hay otros demonios también vinculados a la lujuria, como Naamah (demonio de la seducción) y Eisheth Zenunim (demonio de la prostitución).

Los siete subvicios de la Lujuria son: 1) Placer voluptuoso, 2) Lascivia, 3) Indolencia hacia la virtud, 4) Impulsividad, 5) Debilidad de espíritu, 6) Seducción o halagos, y 7) Deleite sensual excesivo.

6. Gula

«Tengo un cuerpo para el pecado. Desafortunadamente, ese pecado es la glotonería» – Jenny Colgan

La Gula es el excesivo consumo de comidas y bebidas. Algunos autores también incluyen dentro de este pecado la obsesiva anticipación por la comida, y el interés por manjares refinados y costosos. Nunca ha habido un demonio específico asociado a la gula. Algunos autores la han vinculado a Behemoth, otros a Belcebú, otros al perro Cerbero.

Los subvicios de la Gula son: 1) Ebriedad, 2) Glotonería, 3) Embotamiento de los sentidos y del entendimiento, 4) Desidia, 5) Delicadeza en el apetito o gula refinada, 6) Descuido de la salud, y 7) Desperdicio de comida.

7. Pereza

«De los Siete Pecados Capitales, odio la Vanidad, la Ira, la Lujuria, la Envidia y la Codicia. Pero en base a la Gula y la Pereza planeo mis días» – Robert Breault

La Pereza suele ser el último de los siete pecados capitales, quizá simbolizando la lentitud y el desgano que la caracterizan. Curiosamente, en su origen este pecado era conocido como tristeza, depresión o desánimo. El demonio de la pereza es Belfegor.

Los siete subvicios de la Pereza son: 1) Desesperación, 2) Rencor, 3) Letargo mental, 4) Miedo y ansiedad, 5) Desidia, 6) Queja, y 7) Pusilanimidad.

Los 7 Pecados Capitales como demonios

Dentro de la Demonología, los siete pecados capitales aparecen muchas veces representados por siete demonios, considerados los 7 Príncipes del Infierno. Los nombres de los demonios que aparecen en esta lista suelen variar un poco dependiendo del autor, y también suelen variar los pecados que representan. Dos de las clasificaciones más conocidas son las del tratado medieval La Linterna de Luz (1409-1410), y la del teólogo alemán Peter Binsfeld, en su Tratado sobre las confesiones de malhechores y brujas (1589):

La Linterna de Luz

  1. Lucifer: Orgullo
  2. Belcebú: Envidia
  3. Satán: Ira
  4. Abadón: Pereza
  5. Mammón: Codicia
  6. Belfegor: Gula
  7. Asmodeo: Lujuria

Peter Binsfeld

  1. Lucifer: Orgullo
  2. Mammón: Codicia
  3. Asmodeo: Lujuria
  4. Leviatán: Envidia
  5. Belcebú: Gula
  6. Satán: Ira
  7. Belfegor: Pereza

La clasificación de Peter Binsfeld es probablemente la que más ha influido a autores posteriores. Sin embargo, en el Diccionario Infernal (1818) de Collin de Plancy, el pecado de la Gula es atribuido al demonio Behemoth.

Como animales

En el libro Historia de Satán (1861), de Auguste François Lecanu, el autor asocia a los 7 pecados capitales con ciertos animales que los simbolizan, basándose en un escrito del Padre Crespet:

En cuanto a los siete pecados capitales, que las personas creen reconocer siempre que aparecen figuras grotescas, aquí están sus verdaderos símbolos según el «Jardin de plaisir et de récréation spirituelle» del Padre Crespet, quien debería haber sabido sobre este tema ya que escribió extensamente al respecto: la soberbia, un león; la avaricia, un camello; la lujuria, una cabra; la ira, un lobo; la gula, un cerdo o un oso; la envidia, un perro; la pereza, un burro.

Los 7 Pecados Capitales en Doctor Fausto

«Fausto, hemos venido del infierno para ofrecerte un entretenimiento. Siéntate y verás los siete diabólicos pecados capitales aparecer en su debida forma» – Lucifer

En la célebre obra teatral Doctor Fausto (1592) de Marlowe, los siete pecados capitales aparecen personificados. Lucifer los llama para tentarlo a Fausto con los placeres que encontrará en el Infierno, y cada uno de los pecados se presenta a sí mismo de la siguiente manera:

ORGULLO — Soy el Orgullo. Desprecio tener padres. Soy como la pulga de Ovidio; puedo arrastrarme hasta cada rincón de una moza; a veces, como una peluca, me siento sobre su frente; o, como un abanico de plumas, beso sus labios; de hecho, lo hago—¿qué no hago? Pero, ¡uf, qué hedor hay aquí! No diré otra palabra, a menos que el suelo esté perfumado y cubierto con tapices de arrás.

CODICIA — Soy la Codicia, engendrada por un viejo tacaño, en una vieja bolsa de cuero: y, si pudiera pedir un deseo, desearía que esta casa y todas las personas en ella se convirtieran en oro, para poder encerrarlos en mi buen cofre: ¡Oh, mi dulce oro!

IRA — Yo soy la Ira. No tuve ni padre ni madre: salté de la boca de un león cuando apenas tenía media hora de vida; y desde entonces he corrido por todo el mundo con este estuche de espadas, hiriéndome a mí mismo cuando no tenía a nadie con quien pelear. Nací en el infierno; y ténganlo en cuenta, porque alguno de ustedes será mi padre.

ENVIDIA — Yo soy la Envidia, engendrada por un deshollinador y una vendedora de ostras. No sé leer, y por eso deseo que todos los libros sean quemados. Estoy flaca de ver a otros comer. ¡Oh, que venga una hambruna en todo el mundo, que todos mueran y yo viva sola! Entonces verías lo gorda que estaría. ¿Pero tú te sientas y yo estoy de pie? ¡Baja, maldita sea!

GULA — ¿Quién soy yo, señor? Soy la Gula. Todos mis padres han muerto, y el diablo no me ha dejado ni un centavo, salvo una escasa pensión, que es de treinta comidas al día y diez refrigerios, una pequeña bagatela para satisfacer a la naturaleza. ¡Oh, vengo de una ascendencia real! Mi abuelo era un Jamón de Tocino, mi abuela un Barril de Vino Clarete; mis padrinos fueron estos, Pedro Pez en Escabeche y Martín Carne de Martilmas; oh, pero mi madrina, ella era una alegre dama, y bien querida en cada buena ciudad y pueblo; su nombre era Señora Margery Cerveza de Marzo. Ahora, Fausto, has oído toda mi progenie; ¿me invitarás a cenar?

PEREZA — Yo soy la Pereza. Fui engendrada en una orilla soleada, donde he yacido desde entonces; y me has hecho un gran daño al traerme de allí: que me lleven de vuelta la Gula y la Lujuria. No diré ni una palabra más ni por el rescate de un rey.

LUJURIA — ¿Quién soy yo, señor? Soy alguien que prefiere una pulgada de cordero crudo antes que una vara de pescado seco frito; y la primera letra de mi nombre empieza con L.

Cabe señalar que la inclusión de los siete pecados capitales en la historia de Fausto es una adición original de Marlowe, ya que en fuentes previas, como en el Libro de Fausto Inglés, no aparecen. En su lugar Mefistófeles presenta, para entretener a Fausto, un desfile de demonios, entre los cuales se encuentran Belial, Lucifer, Belcebú y Astaroth.

Los 7 Pecados Capitales según Jacques Callot

Los siete pecados capitales han sido representados en el arte numerosas veces a través de los siglos, pero una de las más interesantes representaciones es sin duda la del grabador francés Jacques Callot. Callot realizó estos grabados entre 1612 y 1621.

Soberbia
Soberbia
Codicia
Codicia
Ira
Ira
Envidia
Envidia
Lujuria
Lujuria
Gula
Gula
Pereza
Pereza

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