Naamah, demonia de la seducción

Naamah

Es conocida como madre de brujas y demonios, y uno de los cuatro Ángeles de la Prostitución Sagrada. Con su belleza sobrenatural ha sido capaz de corromper a los mismos ángeles, causando su caída. Aquí conoceremos sobre Naamah, compañera de Lilith, madre de Asmodeo y demonia de la seducción.

El nombre Naamah

El nombre Naamah proviene del hebreo נַעֲמָה, que significa «placentera». Se suele decir que se llama así por el hecho de que «todas sus acciones producen placer». Existen diversas maneras alternativas en que el nombre es escrito, como Na’amah, Nahemah y más. En español a veces aparece como Naamá o Nahama.

La historia de Naamah

Según refiere el Zohar en su «Génesis», Naamah era originalmente humana, y una de las descendientes de Caín. Era nada menos que la mujer más bella del mundo, y como descendiente de Caín llevaba en ella la semilla del pecado. Naamah utilizaba su belleza para seducir a quien fuere, a tal extremo que incluso sedujo y pervirtió a Aza y Azael, dos ángeles de Dios que se encontraban en la tierra.

Aza y Azael fornicaron con Naamah, y de ese acto nacieron demonios y brujas. Es importante señalar que en el Zohar no se llama «brujas» a meras mujeres que practican la hechicería, sino que se está refiriendo nada menos que a los súcubos o demonios femeninos. Mientras que los demonios mencionados aquí son los íncubos, la versión masculina de los súcubos.

Desde entonces, íncubos y súcubos, hijos de Naamah, vagan por el mundo por las noches, pervirtiendo a los humanos. Cada vez que encuentran a alguien durmiendo solo en sus casas, se colocan sobre ellos y despiertan sus deseos lujuriosos.

Pero Naamah no es la única madre de demonios. Según el Libro de Enoch, todas las mujeres que se casaron con ángeles caídos se convirtieron en demonias, destinadas a vagar la tierra sin un cuerpo físico. Ese fue el destino de los cuatro Ángeles de la Prostitución Sagrada: Naamah, Lilith, Agrat bat Mahlat y Eisheth Zenunim. Se dice que las cuatro son consortes del demonio Samael.

En la tradición talmúdica, se cuenta que Naamah sedujo también al ángel Shamdon o Shomron, con quien procreó al demonio Asmodeo, el demonio de la lujuria. Sin embargo, otras versiones en cambio refieren que Asmodeo es en realidad el hijo del Rey David y otro de los cuatro Ángeles de la Prostitución Sagrada, Agrat bat Mahlat.

Naamah súcubo
Representación típica de Naamah. Foto: Valeriya Filatova.

Naamah y Adán

Otro episodio relatado en el Zohar refiere que, luego de que Caín matase a Abel, Adán no quiso tener relaciones con su esposa Eva, y estuvo separado de ella por 170 años. Durante ese tiempo fue visitado por los súcubos Naamah y Lilith, con quienes sí fornicó, y de esa unión nacieron espíritus llamados las «Plagas de la Humanidad».

Estos espíritus, nacidos de Adán y Naamah, son descriptos de la misma manera que los íncubos y súcubos. Son entidades que son capaces de flotar en el aire y visitan a hombres y mujeres por las noches para tener relaciones con ellos y concebir más demonios. Los demonios nacidos de estas uniones van hacia Lilith, quien los cuida y cría.

A veces Naamah no fornica con sus víctimas masculinas, sino que se limita a despertar deseos lujuriosos en sus sueños. Cuando los hombres despiertan, tienen relaciones sexuales con sus esposas y de esas uniones, fruto de la lujuria por Naamah, nace una progenie corrupta, que está ligada a Lilith de por vida. Lilith los visita y cuida como a sus demonios, y tiene relaciones sexuales con ellos.

En el Diccionario Infernal

En la versión española del Diccionario Infernal de Collin de Plancy, publicada en 1842, Naamah aparece bajo el nombre «Nahama». El texto es breve, pero coincide con otras fuentes. De ella se dice lo siguiente:

Hermana de Tubalcain, hermosa como los ángeles á quienes se abandonó, léese en el Thalmut que es una de las cuatro madres de los diablos. Todavía viva, se entra de rondón de los hombres dormidos y estravía sus sentidos fascinados.

La apariencia de Naamah

Naamah suele ser representada como una mujer muy atractiva vestida de rojo, o como una diabla, con el cuerpo completamente rojo. Muchas veces luce como un súcubo típico, como una mujer muy hermosa, con alas de murciélago y cuernos. Otras veces también se le incluye una cola de diabla. Según el Zohar, Naamah es capaz de adoptar toda clase de formas, lo que le permite adaptarse a los gustos de sus víctimas y seducir a quien sea.

Por su descripción, algunos identifican a Naamah con nada menos que la Ramera de Babilonia, mencionada en la Biblia cristiana. La Ramera de Babilonia aparece en el Libro del Apocalipsis, montada sobre la Bestia de 7 cabezas, y se la describe como una mujer vestida de escarlata que es «madre de rameras y abominaciones».

Si bien Naamah suele ser menos conocida que Lilith, ha tenido también muchas apariciones en la cultura popular, siendo un personaje recurrente en el arte, novelas, cómics, música, videojuegos y más. Suele utilizarse para representar seducción femenina, lujuria y prostitución.

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Escultura de Naamah en el videojuego Leisure Suit Larry: Reloaded.

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