Malleus Maleficarum, el Martillo de las Brujas

El Malleus Maleficarum o Martillo de las Brujas es el tratado medieval sobre brujería y demonología más famoso del mundo. […]

Malleus Maleficarum

El Malleus Maleficarum o Martillo de las Brujas es el tratado medieval sobre brujería y demonología más famoso del mundo. Está en latín y fue escrito por el sacerdote católico Heinrich Kramer en la ciudad alemana de Speyer y publicado por primera vez en 1486. El libro sostiene que la brujería debe considerarse crimen de herejía, y recomienda la persecución y eliminación de las brujas. Tuvo una gran influencia y fue utilizado en la persecución de la brujería por varios siglos, sirviendo de guía para la Inquisición española.

El Malleus Maleficarum fue escrito como un verdadero manual para la persecución de las brujas, detallando pasos para su identificación, enjuiciamiento y eliminación. Su influencia se extiende a nuestros días, ya que muchas de las ideas y prejuicios modernos que se tienen sobre las brujas provienen de esta obra. El Malleus Maleficarum no sólo criminaliza la brujería, sino que establece que dudar de la existencia de la brujería es, en sí mismo, contrario a la fe cristiana y una herejía. En el mismo texto también se afirma que los pecados de las brujas son los pecados más graves cometidos por la humanidad en su historia, incluso más graves que el pecado original de Adán.

Orígenes del Malleus

La brujería ya había sido prohibida por la Iglesia Católica desde hace tiempo: en el Canon Episcopi del año 900 se dice que la brujería y la magia son engaños, y que aquellos que creen en esas cosas han sido seducidos por el Diablo en sueños y visiones. Sin embargo, por mucho tiempo siguió siendo considerada por la iglesia un crimen menor y no estaba necesariamente asociada a Satán.

En 1484, el sacerdote alemán Heinrich Kramer hizo uno de sus primeros intentos en juzgar brujas en la ciudad de Innsbruck, región de Tyrol. Catorce personas fueron juzgadas por utilizar brujería. La más conocida de ellas es Helena Scheuberin, a quien se acusó de haber matado con magia a un noble llamado Jörg Spiess y fue descripta como una mujer «agresiva e independiente, que no teme decir lo que piensa». Poco después de que Kramer llegase a la ciudad, Scheuberin lo encontró en la calle y le escupió, insultándolo. Luego se descubrió que Scheuberinno no iba a los sermones de Kramer e instaba a otros a hacer lo mismo. Esos hechos se utilizaron como evidencia en la acusación de brujería en su contra, así como también supuestas prácticas sexuales de Scheuberin.

El juicio fue un fracaso, con Helena Scheuberin declarada inocente y varios testigos indicando que Kramer había desarrollado una obsesión por la sexualidad de Scheuberin. Se descubrió que muchos de los testimonios en contra de los acusados de brujería estaban motivados por mera animosidad personal. La reputación de Kramer quedó en cuestión y fue expulsado de su diócesis. El caso motivó a Kramer a escribir el Malleus Maleficarum, buscando reivindicarse y obtener venganza.

Portada del Malleus Maleficarum
Portada del Malleus Maleficarum, edición de 1490

Sobre las brujas

Gran parte del Malleus Maleficarum más bien parece ser un ataque hacia la mujer más que un ataque hacia la práctica de la brujería. Algunos fragmentos son especialmente elocuentes: «Cuando una mujer piensa sola, piensa en el mal» y «Toda brujería proviene del deseo lujurioso, que en la mujer es insaciable».

Kramer sostiene que las mujeres son más supersticiosas que los hombres, y por lo tanto más vulnerables a la corrupción de Satán. Esa predisposición las hace fácilmente poseídas por espíritus descarnados, lo cual las convierte en santas y mártires cuando se disponen hacia el Bien, pero absolutamente maléficas cuando se predisponen hacia el Mal.

Otra razón que Kramer encuentra para explicar la predisposición de las mujeres hacia la brujería es el hecho de que se trata del sexo débil, y la brujería les brinda una manera fácil y secreta de obtener poder. Kramer dice que ésta es la razón por la que existen muchas más brujas que brujos.

Entre los varios males que el Malleus Maleficarum le atribuye a las brujas están el inclinar la mente de los hombres y las mujeres a la pasión, matar ganado y animales en general, desatar tempestades, promover la infidelidad, instigar odio o celos, causar impotencia, transformar a hombres en bestias, producir abortos, causar enfermedades y la muerte, quitar la razón, y ofrecer niños al Demonio.

Los demonios

Según consta en el Malleus, los demonios son quienes tientan a los humanos a ejercer la brujería, y son quienes son venerados por las brujas. En el libro se explica que es usual que las brujas se entreguen carnalmente a los demonios. Los demonios no tienen sexo con las brujas por placer sino con el objeto de corromper.

Kramer también enuncia los distintos nombres que reciben los demonios y su significado: Diabolus, Demonio, Belial, Belcebú, Satán y Behemoth. También identifica a Asmodeo como el demonio de la fornicación, Leviatán el del orgullo, y Mammón el de la avaricia y las riquezas.

Súcubos e íncubos

Otro de los temas tratados en el Malleus Maleficarum es la existencia de súcubos e íncubos, clases especiales de demonios femeninos y masculinos que visitan a los durmientes por las noches. Kramer sostiene que estos demonios no pueden procrear por sí mismos, ya que no son carne y sangre sino espíritus. Por lo tanto, se sirven de los seres humanos para reproducirse: los súcubos extraen el semen de los hombres por las noches, y los íncubos utilizan ese mismo semen (contaminado por un espíritu maligno) para inseminar a las mujeres.

Estos mismos íncubos son quienes tienen sexo con las brujas, especialmente durante las épocas más sagradas del año: Navidad, Pascua, Pentecostés y otras fechas festivas. Esto se debe, según explica Kramer, debido a que en estas ocasiones la ofensa y sacrilegio son más graves. Los humanos engendrados de esta manera llevan la semilla del Mal y son más fuertes que hombres comunes.

En el Malleus Maleficarum también encontramos los métodos para combatir a súcubos e íncubos. Un apartado en particular está dedicado a la práctica de exorcismos, las plegarias, la utilización de agua bendita y la excomunión (de brujas y de los propios demonios) para contrarrestar el efecto de estos demonios. También se recomienda la confesión por parte de las víctimas, ya que se cree que los demonios afectan más a los pecadores que a quienes se encuentran en estado de gracia.

Clases de brujería

En el Malleus Maleficarum se enumeran y describen varios distintos tipos de magia, divididos en tres categorías. La primera categoría consiste en la invocación de demonios, e involucra la hechicería, oniromancia, nigromancia, oráculos, geomancia, hidromancia, aeromancia, piromancia y profecía.

La segunda categoría incluye todo lo relativo a la disposición y movimiento de algo, ya sea las estrellas, los días, las horas. Aquí se incluyen la horoscopía, aruspicina, augurios, observación de presagios, quiromancia y espatulomancia. Por último tenemos los sortilegios, actos humanos que tienen por objeto descubrir algo que está oculto.

Existen varias versiones del Malleus Maleficarum que se pueden consultar online. En el sitio web de la Biblioteca de Wolfenbütteler se puede acceder a una versión original en latín de 1490. También existe una traducción al inglés.

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