66 nombres del Diablo explicados

Nombres del Diablo

A lo largo de los siglos, el Diablo ha sido llamado de muchas maneras diferentes y ha recibido incontables títulos. En este artículo ofrecemos una lista de los nombres del Diablo, con explicaciones sobre el origen y etimología de cada uno de ellos. Como veremos, si bien es cierto que el Diablo tiene muchos nombres, también sucede que en realidad muchas de las palabras o expresiones que se usan para referirse a él son en realidad nombres de otros demonios.

Diablo

Comenzamos con la palabra más popular de todas. El término «Diablo» tiene su origen en el latín vulgar «diabolus», que a su vez proviene del griego «diabolos» (διάβολος) que significa «calumniador» o «difamador». La palabra ha evolucionado a lo largo del tiempo, pasando por diferentes lenguas y adaptándose a diversas creencias y mitologías, pero su raíz etimológica original se relaciona con la idea de la oposición y acusación, al igual que el nombre Satán, como veremos.

Satán y Satanás

Los nombres «Satán» y «Satanás» están entre los nombres del Diablo más conocidos. Tienen sus raíces en la palabra hebrea «שָׂטָן» (pronunciada «satan»), que significa «adversario» o «acusador». En la Biblia cristiana, es el término más usado para referirse al máximo oponente de Dios. Sin embargo, Satán es a veces usado para referirse a cualquiera de los ángeles caídos. Auguste Lecanu en su obra Historia de Satán, lo explica de la siguiente manera: «Cuando decimos Satán, no olvidemos que este término se refiere tanto a la clase completa de espíritus rebeldes como al líder de su rebelión».

Con respecto a la versión más larga «Satanás», es una variante en español, que deriva del nombre en latín «Satanas», a veces también «Sathanas».

Demonio

La palabra «demonio» es muy antigua. Proviene del latín «daemon», que a su vez deriva del griego «daimōn» (δαίμων), que significa «espíritu divino» o «poder sobrenatural». En la antigüedad clásica, los «daimōnes» no eran necesariamente considerados malévolos, sino que representaban entidades intermedias entre los dioses y los humanos, a menudo asociadas con la inspiración y la guía espiritual. Al respecto, Sinistrari de Ameno en su libro Demonialidad dice lo siguiente:

Platón, como es relatado por Apuleyo (El Demonio de Sócrates) y Plutarco (Isis y Osiris), declaró que los Demonios eran seres del reino animal, almas pasivas, inteligencias racionales, cuerpos aéreos, eternos, y les dio el nombre de Demonios, que en sí mismo no es de manera alguna ofensivo, ya que significa «repleto de sabiduría».

Al igual que la palabra Satán, Demonio es usado alternativamente para referirse a cualquiera de los ángeles caídos, o al líder de ellos. Cuando se usa para referirse al líder, por lo general es acompañado del artículo «el» y lleva mayúscula inicial: «el Demonio». Al igual que Diablo, Satán y Satanás, está entre los nombres del Diablo más conocidos.

Lucifer y Luzbel

El nombre Lucifer proviene del latín «lucifer», que significa «portador de luz» o «el que lleva la luz». En la tradición cristiana, el término se utilizó originalmente en la Vulgata, una traducción latina de la Biblia, para referirse a la estrella de la mañana, Venus, que brilla intensamente antes del amanecer. Sin embargo, con el tiempo, el nombre «Lucifer» se asoció con el líder de los ángeles caídos, debido a una interpretación particular de un pasaje bíblico en Isaías 14:12. En Demonología, Satán y Lucifer suelen ser considerados demonios diferentes.

Por su parte, Luzbel es una adaptación o transformación mucho menos común del nombre Lucifer. En general aparece sólo en el idioma español e informalmente. Un uso notable del nombre es en el título del cuadro La caída de Luzbel (1840), de Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina. La pintura se encuentra en el Museo del Prado.

Mefistófeles y Mefisto

Aunque suelen figurar entre los nombres del Diablo, Mefistófeles y Mefisto en realidad se refieren a un demonio en particular, que está asociado a la leyenda de Fausto. La primera mención registrada del nombre «Mefistófeles» se encuentra en Faustbuch, un libro anónimo alemán publicado a finales del siglo XVI, alrededor de 1587. Faustbuch narra la historia de un erudito llamado Fausto que hace un pacto con un demonio, a menudo identificado como Mefistófeles, a cambio de conocimiento y poder. Este personaje, Mefistófeles, se convirtió en una figura destacada en adaptaciones posteriores de la leyenda de Fausto, como la obra de Christopher Marlowe Doctor Fausto y Fausto de Johann Wolfgang von Goethe.

Según una posible explicación del nombre, Mefistófeles sería de origen griego y estaría formado por (μη) que significa «no», phōs to (φως το), que significa «luz», y el subfijo philos (φίλος) que significa «amor». Así, su nombre significa «El que no ama la luz». Por su parte, el nombre Mefisto es un diminutivo o variante más corta para llamar al mismo demonio. Apareció en algunas versiones de la leyenda faustiana.

Leviatán

Nuevamente, uno de los nombres del Diablo más populares, que en realidad hace referencia a un demonio en particular que no es Satán. Leviatán es un demonio conocido como la Serpiente Primordial o Serpiente del Caos. La palabra proviene del hebreo «Livyatan» (לִוְיָתָן), que significa «retorcerse, girar, enrollarse».

Anticristo

El Anticristo es el reverso oscuro y enemigo mortal de Cristo. Según la leyenda, será el hijo de Satán y una prostituta, y reinará al fin de los tiempos. De modo que en realidad no es el Diablo propiamente dicho, sino su hijo. Y, como tal, forma parte de la Trinidad Impía. El Anticristo es identificado con el Diablo por la misma razón que Jesús es identificado con Dios, cuando se afirma que Dios «es uno y tres».

Asmodeo

Asmodeo es uno de los demonios más famosos, lo que ha llevado a muchos a confundirlo con Satán. Es el demonio de la lujuria, y uno de los príncipes del Infierno. Aunque Asmodeo es usado como uno de los nombres del diablo, en Demonología es considerado un ser completamente diferente.

Abadón y Apolión

Abadón es el nombre del rey de los demonios, según la Biblia cristiana. Apolión es la versión griega del mismo nombre. Ambos nombres aparecen en Apocalipsis 9:11: El rey que los dirigía era el ángel del abismo, que en hebreo se llama Abadón y en griego Apolión. Es una figura asociada con caos y destrucción que surge el Día del Juicio Final. Hay quienes confunden a Abadón con Satán, pero se trata de un demonio diferente.

Algol

Este es uno de los nombres del Diablo menos conocidos. El nombre Algol proviene del árabe al-ghul, que significa literalmente «el Demonio». Generalmente se usa para referirse a una estrella en la constelación de Perseo, conocida como la «Estrella Demonio». Es notoria entre otras porque su brillo varía, dando la impresión de que está guiñando su ojo. Ha estado asociada a lo oscuro y a diversos mitos a lo largo de la historia, y puede ser vista por las tardes de agosto en el hemisferio norte, especialmente cerca de la fecha de Halloween.

Azazel

Azazel es uno de los nombres del Diablo en la tradición judaica. Ha sido usado para referirse al ángel caído que introdujo a los hombres al conocimiento prohibido. La palabra aparece tanto en la Biblia hebrea y la cristiana, en Levítico 16:8 y 16:10. Durante la celebración de Yom Kippur, se elegían dos cabras, una para el Señor y la otra para Azazel. La que era para el Señor era sacrificada, mientras que la que era para Azazel era liberada hacia las tierras salvajes.

Baal

En Demonología, Baal (a veces también llamado Bael) es un demonio, uno de los siete Príncipes del Infierno. Debido a su jerarquía a veces es confundido con Satán, pero se trata de un demonio diferente. El nombre significa «Señor», «amo» o «dueño», y era un antiguo dios adorado por los cananeos.

Baphomet

Baphomet es una de las representaciones más famosas del Diablo. Se trata de un ser mitad humano y mitad cabra, y andrógino, cuya imagen más conocida procede del libro Dogma y Ritual de Alta Magia del ocultista Éliphas Lévi. En particular representa a Satán cuando preside los aquelarres o sabbaths de brujas.

El origen del nombre Baphomet está imbuido en misterio, y existen diversas teorías para intentar explicarlo. Éliphas Levi, sugiere que el nombre se deletrea al revés de manera cabalística como «Tem. ohp. AB.», abreviatura de «Templi omnium hominum pacts abbas», que significa «El padre del templo de paz de todos los hombres».

Por su parte, Arkon Daraul, un autor y profesor de magia y tradición sufí, afirma que «Baphomet» proviene de la palabra árabe «Abu fihama(t)», que significa «el padre del entendimiento» o «el padre de la comprensión». El Dr. Hugh Schonfield, que estudió el cifrado Atbash del alfabeto hebreo, argumenta que al aplicar este cifrado al nombre «Baphomet», se obtiene la palabra griega «Sophia», que significa tanto «conocimiento» como «diosa».

Baphomet es también conocido como «La Cabra Sabática» y «La Cabra de Mendes». La expresión «cabra sabática» se refiere al hecho de que preside los aquelarres o sabbaths. Y «cabra de Mendes» es una referencia al dios Pan, que era reverenciado en la antigua ciudad egipcia de Mendes.

Belcebú

Belcebú proviene del hebreo בַּעַל-זְבוּב‎ (Baʿal-zəḇūḇ), que significa «Señor de las Moscas». En Demonología, es el nombre de un demonio específico, que es diferente a Satán. Originalmente, la palabra aparece en el Nuevo Testamento, en específico en el Libro de los Reyes, para referirse a un dios filisteo adorado en la ciudad de Ecrón.

Belial

Belial es un término usado en el Antiguo Testamento para referirse al Diablo. Generalmente se usa en la expresión «Hijos de Belial», para referirse a los seguidores de Satán. También es utilizado como sinónimo de Satán en otros textos, como los manuscritos del Mar Muerto. Sin embargo, en Demonología, Belial es un demonio independiente, diferente de Satán. El origen de la palabra hebrea בְּלִיַּעַל‎ no está claro, pero hay quienes aducen que está formada por beli- (בְּלִי), que significa «sin», y ya’al (יָעַל), que significa «ser de valor o tener dignidad». Con lo cual, significaría «El Indigno».

Bestia

Otro mote o nombre del Diablo que procede del Libro del Apocalipsis es el de «La Bestia». De hecho, en las profecías de ese libro se dice expresamente que Satán, en forma de dragón, será la primera de tres Bestias que surgirán, y la que tiene la más alta autoridad entre ellas. Sin embargo, es la segunda bestia la que es generalmente conocida como La Bestia del Apocalipsis.

El Tío

En ciertas regiones de Bolivia, se conoce al Diablo como «El Tío». Es considerado el Señor del Inframundo, y para recibir su protección los mineros colocan esculturas en las minas, y les dejan ofrendas como cigarros y alcohol. El Tío ha aparecido en la literatura boliviana, y existen muchas leyendas en torno a él.

Gran Dragón Rojo

El Diablo es llamado «Gran Dragón Rojo» en el Libro del Apocalipsis. De acuerdo a la profecía, aparecerá bajo esa forma de dragón al fin de los tiempos. En específico, es en Apocalipsis 12:9 donde se aclara que el Dragón Rojo es la «serpiente antigua que se llama Diablo o Satanás». Esta mención es significativa porque se identifica al Dragón Rojo no sólo con Satán, sino también con la serpiente del Jardín del Edén.

Mandinga

En algunos países de América del Sur, en particular en Argentina, Chile y Colombia, a veces se llama al Diablo «Mandinga». No está claro el origen de la palabra, habiendo varias teorías. Algunos dicen que procede del nombre de un pueblo pequeño de Colombia así llamado. Otros lo atribuyen al hecho de que los hombres negros en Argentina eran conocidos como «mandingas», en referencia al grupo étnico de África occidental.

Samael

Samael es un demonio en particular dentro del judaísmo. Al tratarse de uno de los demonios más importantes en esa tradición, es muchas veces considerado «el diablo del judaísmo», y así el nombre ha sido tradicionalmente usado como sinónimo de Diablo. Sin embargo, otras fuentes distinguen a Samael y Satán como seres diferentes. El nombre en hebreo es סַמָּאֵל, que significa «veneno de Dios».

Serpiente

Muchas veces se refiere al Diablo como «la Serpiente» o «la Antigua Serpiente». Esta manera de llamar al Diablo se basa, por supuesto, en el relato del pecado original. Satán es asociado con la serpiente que tentó a Eva a comer del fruto prohibido. Si bien en la historia tal como está expresada en el Génesis no se hace mención a Satán, en secciones posteriores de la Biblia se identifica a uno con el otro.

Ahriman y Angra Mainyu

Ahriman es el nombre del Diablo en la antigua religión del Zoroastrismo. Es el Señor de la Oscuridad y el Caos. Su nombre alternativo es Angra Mainyu, que significa «espíritu malvado» o «espíritu oscuro». Se opone al dios bondadoso Ahura Mazda.

Iblis y Shaytan

Iblis es el nombre que recibe el Diablo en el Islam. Se cree que, al igual que Diablo, la palabra deriva del griego «diabolos». También es llamado Shaytan, pero en este caso la palabra se refiere a su rol de tentador, mientras que Iblis es su nombre propio. Se dice que Shaytan es invisible, e incita a los hombres al pecado al susurrar en sus oídos.

Old Nick

En Estados Unidos, es común referirse informalmente al Diablo como «Old Nick» (el viejo Nick). Otras variantes son también «Old Scratch» y «Old Harry». No está claro de dónde provienen estas expresiones.

Otros nombres del Diablo

Sin ser estrictamente nombres, existen una gran cantidad de títulos que se utilizan comunmente para referirse al Diablo. Algunos de ellos son: «El Enemigo», «Enemigo de Dios», «El Maligno», «Tentador», «Ángel Caído», «Príncipe de las Tinieblas», «Príncipe de la Oscuridad», «Príncipe del Poder del Aire», «Señor Oscuro», «Señor de la Oscuridad», «Señor del Inframundo», «Padre de la Mentira», y muchos más. La mayoría procede de la tradición cristiana. En muchos casos es difícil señalar el momento exacto en que cada expresión ha comenzado a ser usada, pero aquí colocamos el origen o más antigua mención registrada de algunos de ellos:

  • «Tentador». Mateo 4:3.
  • «Príncipe de las Tinieblas» o «Príncipe de la Oscuridad». Es una traducción de princeps tenebrarum, que aparece en el Evangelio de Nicodemo y otros documentos antiguos. La expresión se popularizó al ser incluida en Rey Lear , de Shakespeare, y el poema de 1677 Paraíso Perdido, de John Milton. Es probable que de la misma expresión haya derivado «Señor Oscuro».
  • «Padre de la Mentira». Juan 8:44.
  • «Príncipe del Poder del Aire». Efesios 2:2.

La razón por la que existen tantas denominaciones para referirse al Diablo se debe, sin duda, al hecho de que se ha escrito sobre él durante siglos, y en diversas partes del mundo. Si conoces otros nombres del Diablo que no hemos mencionado, déjalo en los comentarios así los añadimos a la lista.

Los nombres infernales

Anton LaVey escribió una lista de nombres de demonios y espíritus para ser recitada en rituales satánicos, y la incluyó en su Biblia Satánica. Esta lista se propone reunir todos los nombres de los más importantes adversarios de Dios en diferentes culturas y mitologías. De modo que no todos son estrictamente nombres del Diablo. De todos modos, incluimos aquí la lista completa, tal como aparece en la Biblia Satánica.

  • Abadón
  • Adramalech
  • Ahpuch
  • Ahriman
  • Amón
  • Apolión
  • Asmodeo
  • Astaroth
  • Azazel
  • Baalberith
  • Balaam
  • Baphomet
  • Bast
  • Belcebú
  • Behemoth
  • Beherit
  • Bilé
  • Chemosh
  • Cimeries
  • Coyote
  • Dagon
  • Damballa
  • Demogorgón
  • Diabolus
  • Dracula
  • Emma-O
  • Euronymous
  • Fenriz
  • Gorgo
  • Haborym
  • Hécate
  • Ishtar
  • Kali
  • Lilith
  • Loki
  • Mammón
  • Mania
  • Mantus
  • Marduk
  • Mastema
  • Melek Taus
  • Mefistófeles
  • Metztli
  • Mictian
  • Midgard
  • Milcom
  • Moloch
  • Mormo
  • Naamah
  • Nergal
  • Nihasa
  • Nija
  • O-Yama
  • Pan
  • Pluto
  • Proserpina
  • Pwcca
  • Rimmon
  • Sabazios
  • Samael
  • Samnu
  • Sedit
  • Sekhmet
  • Set
  • Shaitan
  • Shiva
  • Supay
  • T’an-mo
  • Tchort
  • Tezcatlipoca
  • Thamuz
  • Thoth
  • Tunrida
  • Tifón
  • Yaotzin
  • Yen-Lo-Wang

3 comentarios en “66 nombres del Diablo explicados”

  1. Gracias, cada publicación es un paso más… Los buscadores muchas veces conducen a información un tanto ambigua y confusa. Este rincón siempre enseña, es genial.

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